Hola a todos
Te comparto ahora algo muy alegre.
En mi vida hay noticias que me han hecho muy feliz. Bastante feliz. Esta es una de ellas. Cuando la recibí, no supe decir mucho, pero me dio vuelta y vuelta en mi cabecita y después ya en mi casa, lloré de la emoción; no pude hacer otra cosa más que sentarme a llorar de gusto, de alegría, de felicidad. Y al paso de los días, aun me causa mucha felicidad y mucho agradecimiento a la vida por darme este privilegio.
Hace algunos días, una persona muy cercana a mí y a mi vida, termina su mensaje con una frase que me inquietó. Tiene varios días que no nos vemos y estábamos chateando muy animadamente. Platicamos de cómo nos va y esas cosas; quedamos de vernos para cenar. Concluye su invitación con esta frase:
- “ Carmen y yo, te queremos decir algo”
- “ ¡Uta! ¿de qué se trata?”
En estos días de tanta mala noticia y tanto ‘sospechosismo’, pues sólo eso se me ocurrió preguntar.
-“No es nada malo… es más, creo que hasta te va a gustar”
El día acordado para vernos a cenar llegó y pues ya estábamos en esas cuando… ¡zaz! La noticia:
“… y prepárate, porque dentro de siete meses vas a ser tío.”
Comúnmente una noticia así, no pasaría de un gesto de felicitación. Para mí esta noticia representa mayor cosa; no es algo cotidiano, ¿por qué me causa tanta felicidad?
La historia se remonta algunos años atrás.
En aquellos días yo trabajaba como encargado del área de informática en una empresa que formaron unos amigos. Decidieron promover y financiar un equipo de futbol. Faltaba un portero. Alguien recomendó a un joven preparatoriano como buen cancerbero: JR, el mayor de ocho hermanos.
Sin mayor complicación JR se integró al equipo de la empresa. Al principio se les veía sólo una vez por semana: el día en que el equipo jugaba en la liga donde estaban inscritos; entrenaban minutos antes de su encuentro. Luego hubo necesidad de entrenar más tiempo y destinaban parte de otra tarde entre semana.
JR estaba por terminar la preparatoria. Era notorio que el estudio era algo que no pintaba dentro de sus prioridades, ni tampoco era algo que le interesara gran cosa. Estas situaciones se complicaban más cuando había que entregar alguna investigación o algún trabajo escolar extra.
En una de esas urgencias escolares fue que JR se acercó a mí con una específica petición:
- Charlie, ¿me puedes ayudar con una tarea?
- Sí, claro, ¿de qué se trata?
- Mira. Tengo que entregar una investigación… es para mañana, ¿sí me ayudas?
Así fueron los inicios de esta larga, fraterna y profunda amistad.
Y como dice la canción: “el tiempo pasó…”
Compartimos ideales, luchas, viajes, sentimientos, logros, frustraciones, esperanzas, amigos, familias. Esto no ha sido gratis y fácil. Una amistad así no es exenta de ‘sospechas’, ni de envidias, ni de ataques. He de reconocer que a causa de ello hubo distanciamientos, pero pudo más la amistad. Y cuando se pide y se otorga perdón sin condiciones, las heridas se restauran con bastante rapidez y hay algo que sin notarse mucho se fortalece.
Incluso mi ‘salida del closet’ ha sido motivada por la confianza de mis amigos hacia mí. Contrario a lo que pensé, cuando se los confié, la respuesta fue muy grata. Tuve la fortuna de que a JR (como a varios más), ‘eso’ no fue impedimento para seguir siendo amigos.
Muchos fuimos testigos de un gran logro de JR: Diciembre de 2001. La defensa de tesis para obtener la Licenciatura en Periodismo. Fue un logro contra todo pronóstico. A JR le costó mucho trabajo y lo logró.
Y apenas en julio de 2007, el enlace matrimonial de JR con Carmen. ¿Qué puedo decir?.... que soy un llorón!
Hay un maravilloso lazo que nos une
Y ahora estamos a la espera de un nuevo ser. ¡Mi sobrin@! ¿poder arrullar a un nuevo ser?. Y cuando crezca un poco más, ¿te imaginas lo feliz que me hará cuando una personita que no es de mi sangre me diga tío?
Gracias a la vida, por este privilegio.
Saludos!
Charlie.
Te comparto ahora algo muy alegre.
En mi vida hay noticias que me han hecho muy feliz. Bastante feliz. Esta es una de ellas. Cuando la recibí, no supe decir mucho, pero me dio vuelta y vuelta en mi cabecita y después ya en mi casa, lloré de la emoción; no pude hacer otra cosa más que sentarme a llorar de gusto, de alegría, de felicidad. Y al paso de los días, aun me causa mucha felicidad y mucho agradecimiento a la vida por darme este privilegio.
Hace algunos días, una persona muy cercana a mí y a mi vida, termina su mensaje con una frase que me inquietó. Tiene varios días que no nos vemos y estábamos chateando muy animadamente. Platicamos de cómo nos va y esas cosas; quedamos de vernos para cenar. Concluye su invitación con esta frase:
- “ Carmen y yo, te queremos decir algo”
- “ ¡Uta! ¿de qué se trata?”
En estos días de tanta mala noticia y tanto ‘sospechosismo’, pues sólo eso se me ocurrió preguntar.
-“No es nada malo… es más, creo que hasta te va a gustar”
El día acordado para vernos a cenar llegó y pues ya estábamos en esas cuando… ¡zaz! La noticia:
“… y prepárate, porque dentro de siete meses vas a ser tío.”
Comúnmente una noticia así, no pasaría de un gesto de felicitación. Para mí esta noticia representa mayor cosa; no es algo cotidiano, ¿por qué me causa tanta felicidad?
La historia se remonta algunos años atrás.
En aquellos días yo trabajaba como encargado del área de informática en una empresa que formaron unos amigos. Decidieron promover y financiar un equipo de futbol. Faltaba un portero. Alguien recomendó a un joven preparatoriano como buen cancerbero: JR, el mayor de ocho hermanos.
Sin mayor complicación JR se integró al equipo de la empresa. Al principio se les veía sólo una vez por semana: el día en que el equipo jugaba en la liga donde estaban inscritos; entrenaban minutos antes de su encuentro. Luego hubo necesidad de entrenar más tiempo y destinaban parte de otra tarde entre semana.
JR estaba por terminar la preparatoria. Era notorio que el estudio era algo que no pintaba dentro de sus prioridades, ni tampoco era algo que le interesara gran cosa. Estas situaciones se complicaban más cuando había que entregar alguna investigación o algún trabajo escolar extra.
En una de esas urgencias escolares fue que JR se acercó a mí con una específica petición:
- Charlie, ¿me puedes ayudar con una tarea?
- Sí, claro, ¿de qué se trata?
- Mira. Tengo que entregar una investigación… es para mañana, ¿sí me ayudas?
Así fueron los inicios de esta larga, fraterna y profunda amistad.
Y como dice la canción: “el tiempo pasó…”
Compartimos ideales, luchas, viajes, sentimientos, logros, frustraciones, esperanzas, amigos, familias. Esto no ha sido gratis y fácil. Una amistad así no es exenta de ‘sospechas’, ni de envidias, ni de ataques. He de reconocer que a causa de ello hubo distanciamientos, pero pudo más la amistad. Y cuando se pide y se otorga perdón sin condiciones, las heridas se restauran con bastante rapidez y hay algo que sin notarse mucho se fortalece.
Incluso mi ‘salida del closet’ ha sido motivada por la confianza de mis amigos hacia mí. Contrario a lo que pensé, cuando se los confié, la respuesta fue muy grata. Tuve la fortuna de que a JR (como a varios más), ‘eso’ no fue impedimento para seguir siendo amigos.
Muchos fuimos testigos de un gran logro de JR: Diciembre de 2001. La defensa de tesis para obtener la Licenciatura en Periodismo. Fue un logro contra todo pronóstico. A JR le costó mucho trabajo y lo logró.
Y apenas en julio de 2007, el enlace matrimonial de JR con Carmen. ¿Qué puedo decir?.... que soy un llorón!
Hay un maravilloso lazo que nos une
Y ahora estamos a la espera de un nuevo ser. ¡Mi sobrin@! ¿poder arrullar a un nuevo ser?. Y cuando crezca un poco más, ¿te imaginas lo feliz que me hará cuando una personita que no es de mi sangre me diga tío?
Gracias a la vida, por este privilegio.
Saludos!
Charlie.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario