IV domingo de Adviento

En este cuarto domingo de adviento, nos hace reflexionar en la actitud de María y José, que ante las adversidades que se les presentaba, no dudaron y acogieron al hijo de Dios, que seamos conscientes de que el Espíritu de Dios está en nosotres y así también acoger a Jesús en nuestras vidas, para realizar lo que él realizaba, que no era indiferente al dolor y necesidad del otro, la otra y el otre, y que dignificaba a cada persona. Pidamos que el Espíritu nos vaya aclarando la realidad para responder a ella procurando dar esperanza en cada una de nuestras trincheras. 

Festividad de Virgen de Guadalupe

Hoy en México y América Latina, celebramos a la Virgen de Guadalupe, que sin duda es un gran ícono de fe, se manifiesta en nuestra tierra, como Dios, en un monte. Toma el color de nuestra piel morena, se hace como nosotres. Se manifiesta en la periferia, no en el centro de la religión, como sería Tlatelolco, pide su casa en la periferia, en el Tepeyac. Nos convoca a tener una verdadera Eucaristía, porque la festejamos en cada uno de nuestros hogares, nuestros barrios con alegría, compartiendo la vida y el alimento, entre moles, pozoles, tamales, cafés y atoles. Pero nos recuerda que toma como mensajero a un pequeño, que no se sentía digno, nos indica el Nican Mopohua (relato de las apariciones) que se sentía "soy mecapal, parihuela, cola, ala", pero la divinidad elige a los pequeños, pequeñas y pequeñes, para dar mensaje de esperanza. Que con esta festividad el Espíritu nos haga consientes de que somos dignas, dignos y dignes para ser mensajeros y sobre todo que somos hijas, hijos e hijes muy amades, y que seamos solidarios, acojamos las causas de los que más necesitan, se exija justicia y pedir para que paren la violencia, las desapariciones, los homicidios por odios por fobias

Santa María de Guadalupe, salva nuestra patria y conserva nuestra fe.

Segundo domingo de adviento

Hoy en el segundo domingo de adviento, Juan el Bautista nos invita a la conversión y preparar el camino del Señor. Quienes seguimos a Jesús, debemos realizar un cambio en nosotros mismos y en nuestro entorno, ya no es tiempo de permitir que continúen los feminicidios, las fobias hacías las diversas personas, la violencia, la discriminación a las personas de los pueblos originarios, que pistoten los derechos de los migrantes, de los obreros. Nos debe de doler el dolor del otro, de la otra y del otre, para que comience a instaurarse el Reino de Dios