El papa Benedicto XVI rechaza las uniones impropias

Niega el Pontífice la posibilidad de que los sacerdotes puedan casarse. Defiende los valores del catecismo, en un repudio implícito al uso del condón.

25-Abril-06

Tres “no” rotundos formuló este lunes el papa Benedicto XVI, en un firme mensaje que entregó a los obispos africanos de Ghana que visitaron el Vaticano: reiteró su negativa a la posibilidad de que los sacerdotes puedan casarse, negó la posibilidad de uniones gays o “impropias”, al afirmar la naturaleza del matrimonio como sacramento exclusivo entre hombre y mujer, y rechazó el uso del condón al defender los valores del Catecismo contra visiones liberales en cuestiones morales. Con sumo cuidado, pero también con firmeza, el papa Benedicto XVI reiteró la más clásica y tradicional doctrina católica en asuntos de moralidad. Sobre el tema del celibato sacerdotal, el Pontífice asentó que “quienes reciben este sacramento quedan configurados de manera particular con Cristo, cabeza de la Iglesia. Por este motivo, están llamados a entregarse completamente a sus hermanos y hermanas”. Luego subrayó, en coincidencia con el agitado debate curial sobre bióetica y moral sexual, que nada reemplaza al matrimonio sacramental: “Por esta razón es esencial que toda la comunidad católica siga subrayando la importancia de la unión monógama e indisoluble del hombre y la mujer, consagrada en santo matrimonio”. Es oportuno subrayar las palabras “del hombre y la mujer”: para el Papa toda otra clase de unión no se considera matrimonio, que no acepta formas distintas. Esto lo ratificó señalando que “las formas tradicionales de matrimonio nunca pueden sustituir al matrimonio sacramental... Por ello invito a los fieles a colocar el sacramentro del matrimonio en el centro de la vida familiar”. Ante los obispos africanos de Ghana que celebraban su visita “ad limina apostolorum”, que deben realizar cada cinco años al Vaticano, el papa Ratzinger recuperó como valor de la Iglesa al Catecismo, como “un fundamento de catequesis sólida”. Desorden moral • Antonio Soto Guerrero, portavoz del cardenal Javier Lozano Barragán, puso en claro el sentido de las declaraciones que el mexicano hizo a La Repubblica. • Explicó que no hay novedad. "La doctrina de la Iglesia sigue firme en todos los principios de la moral católica. Ante el Sida está la abstinencia". • Soto Guerrero fue más allá: "No podemos olvidar que se trata (el Sida) de un problema que en buena medida tiene como origen un desorden moral contra el sexto mandamiento". • El vocero confirmó que el Vaticano estudia la cuestión del Sida y el uso del condón, pero pasarán meses antes de que se presenten las conclusiones al Papa, para que decida qué publicar.

Monterrey • Bruno Volpe