viernes, enero 08, 2010

Boda gay. Las peras al Olmo

He estado leyendo los ires y venires del asunto del matrimonio entre personas del mismo sexo. Por supuesto he leído las opiniones del Cardenal Rivera (pos soy católico) y la alianza que las iglesias evangélicas han hecho con él. Declarar inconstitucional el matrimonio entre personas del mismo sexo es la meta, a la que se han sumado la Barra de Abogados Católicos y seguro se sumará la tropa, como decía mi abue.

Además del asunto de la boda, que ya de por sí seria espinoso, se añade la posibilidad de adopción, lo que vuelve el tema una auténtica bomba en la mayoría de las religiones institucionales, porque no te creas que los “retrógradas” que “quieren acabar con el laicismo” (apoyados por cierto partido de derecha) es la iglesia católica romana. Para nada. Ni el judaísmo, ni el evangelismo, ni el catolicismo, ni el Islam aceptarían, cuando menos no en sus versiones oficiales, que siempre hay algunos más abiertos que otros, pues.

Que alguien se quiera casar con alguien de su mismo sexo, me parece bien; que quieran adoptar… habría que pensarlo para poder dar una opinión que no me salga de la entraña (aunque me inclino por el “no”) Pedirle a las religiones, en este caso a la iglesia romana, que no hable, que no se oponga, es pedir de más. Me explico.

La diversidad consiste en que todos y todas tengamos cabida, los mismo derecho, incluso – como dijo magistral y poéticamente aquel indígena en Yucatán, cuando habló a Juan Pablo II – “tenemos derecho a ser diferentes, porque somos iguales”. Las personas homosexuales tienen derecho a pedir el matrimonio, a expresar su opinión respecto al tema y a luchar por ello; el mismo derecho le reconozco yo a la iglesia de oponerse, expresar su opinión y luchar por ello.

Eso es pluralidad, saber que no todos piensan (ni tienen porque pensar) de la misma manera que yo; las iglesias (salvo la anglicana que dicho sea de paso se lleva mis respetos más profundos por su postura respecto al tema de la orientación sexual) tienen un sistema de creencias, una ética y una moral que nace de siglos de vida. Que no nos guste o que se oponga a la nuestra es una cosa, pero que exijamos que esa visión del mundo desaparezca, es otra.

Cuando un joven escribe en su pancarta “Cardenal ¿qué te importa si me caso con un igual?” está equivocando el punto. Como institución, la iglesia tiene un rol social que cumplir, y renunciaría a ese rol si se callara.

Que el Cardenal exprese su opinión, y que los evangélicos se unan. Que los abogados y todos los demás fieles católicos se opongan y busquen cambiar las leyes que desde SU visión consideran injustas… ¿No es lo mismo que están haciendo los colectivos gay con esto del bodorrio? Desde MI visión, es lo mismo.

Que los católicos romanos sigan a su líder es sano, que mientras no sea un delito, todos tenemos derecho a hacerlo. Que busquen influir en las leyes es bueno, todos tenemos derecho a lo mismo. Que su postura y la mía sean divergentes es sanísimo para el tejido social, todos tenemos derecho a tener opiniones diversas.

Que un legislador vote a favor o en contra de acuerdo a sus valores morales es lo que yo espero de él (independientemente de dónde sacó esos valores, si del catecismo o de Voltaire), porque pedir al funcionario que separe sus valores de su ejercicio público es absurdo y es fatídico. La corrupción existe y florece precisamente porque los servidores públicos ejercen su función haciendo a un lado sus valores.

Si yo, por ejemplo, creo que el aborto es un crimen NO debo votar a favor por ningún motivo, como no votó a favor de la esclavitud de los indígenas el famoso Bartolomé de las Casas, siguiendo sus valores y aun en contra de la opinión pública y eclesiástica de la mayoría.

Ahora bien, que el Estado incline la balanza no al bien común de un pueblo que necesita crecer, madurar, avanzar en el camino de la democracia y la justicia, sino a compadrazgos, eso es lo que no debemos permitir que suceda ni con esta, ni con ninguna otra ley.

No es la iglesia la que debe callar, es el Estado quien debe poner el bien de todos y para todos por encima de las opiniones particulares. Si esto no sucede y se legisla por otros motivos, sea por miedo a la excomunión o por ganas de” echarse a la bolsa” los votos de la comunidad gay en el 2012, entonces sí hemos fracasado todos.

Que hablen los que quieran, que se legisle como se debe.



J. Álvaro Olvera I.

2 comentarios:

Lizeth Martinez dijo...

Hola hermano Alvaro, os mando saludos desde mi muy querida Ciudad Juarez, tan devastada pero que no pierde la Fe, esa NUNCA, en fin, a proposito de de este tema, no coicido en que la Nuestros Pastores tengan el derecho de utilizar los espacios que deberian estar destinados al crecimiento del la Fe en Cristo, a realizar campañas en contra del RECONOCIMIENTO de un derecho de contraer matrimonio CIVIL entre personas del mismo sexo, porque? por que como diria mi Salvador: "Al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios", si para empezar, la misma Iglesia NO VALIDA las segundas nupcias civiles, habiendose realizado el divorcio por la circunstancia que se dieren, rechaza por pecaminosa esta union entre personas heterosexuales!! por considerar que se comete adulterio, luego entonces deberia primero hacerse un analisis y reformas de esto por parte de la Iglesia, y entonces SI encontraria justificacion por parte de la Jerarquia Catolica para hacer la campaña propagandistica desde el pulpito, la plaza, y los diferentes medios de comunicacion,
Esta es mi opinion, claro que existe la libertad de expresion y ellos la tienen como todos los demas que formamos parte del cuerpo de Cristo, y los que no, pero no suena todo eso incongruente con las politicas de exclusion de nuestra Iglesia a MUCHOS Y MUCHAS hermanas que viven con el estigma de adulteros, aun cuando cumplieron civilmente?
Se esta solicitando acaso el reconocimiento de la uniones de personas del mismo sexo a la Iglesia catolica u alguna otra? NO, esto es un asunto de reconocimientos de derechos CIVILES.
Esta es mi reflexion, se la comparto hermano y le envio bendiciones, dejo mi correo pues aunque estoy lejos, de corazon pertenezco a la Comunidad Catolica de Vino Nuevo y me encantaria conocerlos,
Bendiciones, Lizeth

Lizeth Martinez dijo...

Hermano, le pido que Oren por nuestra querida Ciudad Juarez!!
Estamos varias hermanas y hermanos en oracion, y no perdemos la Fe en que sea Dios quien gobierne Juarez,
Bendiciones y un abrazo, Lizeth