martes, enero 13, 2009

Mi deseo para ti este año



Quiero desearte un año lleno de paz.

¿Te llama la atención mi deseo? Sí, me imaginé. A principio de año todo mundo desea felicidad, salud, dinero y amor, pero casi nadie desea a los demás la paz. Yo ya me acostumbré a ser medio disfuncional, así que esta vez, quizá por primera vez, te deseo la paz.


Lo que no es la paz

Para muchas personas paz es igual a ausencia de guerra. Por ejemplo, es el caso del Ejército Zapatista. El gobierno no se ha cansado de decirnos que hay paz en Chiapas – paz entendida como ausencia de guerra – pero la verdad es que la situación de los indígenas está igual que antes, o peor.

No me malentiendas, no me estoy declarando a favor de EZ, solo uso el ejemplo para que te des cuenta como es bien fácil confundir la paz con la ausencia de guerra, aunque de paz haya bien poco.

La paz tampoco es, según yo, el disimulo ante los conflictos. Muchos de nosotros hemos aprendido a disimular, a esconder nuestros conflictos con la falsa idea de que nada pasa. Esto es muy común en las relaciones de trabajo: estás hasta el queque, pero ante los demás muestras que “te pones la camiseta de la empresa”

Tampoco digo que hay que hacer grilla y armar un sindicato independiente, solo me refiero al hecho del disimulo, a hacer como si no pasara nada.

Esto es más fuerte en las relaciones familiares o de pareja. Solemos disimular nuestra insatisfacción, nuestros verdaderos deseos y hacemos como si nada pasara, a pesar de que sabemos que nuestra familia o nuestra relación de pareja están gravemente heridas.

La paz tampoco es que todo sea amor, dinero y salud. Hace poco vi un panorámico de una marca de yogurth que decía “Salud es estar vivo” ¡Qué mentira tan grande! La salud es un estado muy deseable, pero no es igual a estar vivo. Puedes estar muy enfermo y aún así estás vivo y puedes estar lleno de paz. Puedes estar en duelo y aún así estar lleno de paz. Puedes estar en medio de un fracaso (o de un reto o “área de oportunidad” como se dice ahora) y aún así estar en paz.




Entonces, ¿Qué es la paz?

En la Biblia se usa la palabra Shalom para referirse a la paz, y mis hermanos los musulmanes refieren la palabra Salaam (que además es uno de los Nombres de Dios) Shalom o Salaam no es ni la ausencia de guerra, ni el disimulo de conflictos, ni un estado perpetuo de salud y bienestar, de riqueza o de bienes materiales.

Shalom es, para mí, el sentimiento hondo del corazón de saberse amado más allá de la propia capacidad de comprenderlo o imaginarlo.

Salaam es la confianza de que, en medio de las tempestades normales (provocadas por uno mismo o por otros) de la vida estamos siendo llevado de la mano, estamos siendo acompañados.

Shalom es la alegría profunda del alma de saber que nuestra vida tiene un sentido y un propósito, que casi siempre se nos escapa pero que es real.

Salaam es la manifestación de que los anhelos más grandes de tu persona serán colmados.

Shalom es la certeza de que nada puede hacer que pierdas el amor que Dios te tiene.

Por todo esto, el deseo de Shalom es un acto de fe y de confianza. Porque no es fácil decirlo, ni fácil desearlo y mucho menos fácil es creer que la Shalom es posible.

Entonces, amig@ mí@, mi deseo para este año es para ti y los tuyos un gran SHALOM, SALAAM.

Así, cuando tengas dinero o te falte; cuando tengas salud o no la tengas; cuando tengas pareja o estés solterito... podrás conservar la paz, la alegría y la confianza necesarias para seguir luchando.



¡¡¡SHALOM!!! ¡¡¡SALAAM!!!



José Álvaro Olvera I.

No hay comentarios.: