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Si bien en la reunión asomaron profundas diferencias en temas sensibles como el matrimonio homosexual, los dirigentes del Movilh se retiraron satisfechos por haber sido recibidos. Otros grupos, más escépticos, también valoran esta primera reunión.
Fecha edición: 18-01-2006
Fue una cita histórica. Desde 1991, el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh) hacía esfuerzos para ser visto como un interlocutor serio por la Iglesia Católica. En ese cometido, vieron pasar a cuatro máximas autoridades episcopales (monseñores González, Ariztía, Oviedo y Errázuriz) y a todos les enviaron cartas y peticiones de reunión. Finalmente, el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, les concedió el lunes 16 una audiencia privada en las oficinas de la Conferencia Episcopal, que él preside. Al encuentro asistieron el dirigente Rolando Jiménez y Juan Hernández, mientras que Goic estuvo acompañado por el sacerdote Fernando Chomalí, de la comisión nacional de bioética de la Iglesia.
La cita tuvo como antecedente un intercambio epistolar entre Jiménez y el obispo Goic, producido a fines de 2005, que originó el malestar de la comunidad homosexual chilena frente a la doctrina vaticana de prohibir el sacerdocio a los gays. Dos semanas después de la segunda carta, el dirigente del Movilh recibió el llamado de Enrique Palet, vocero de la Conferencia Episcopal, para concertar la cita. Si bien se trató de una decisión personal de Goic, éste se preocupó de informar a los obispos del Comité Permanente su intención de recibir a Jiménez.
Rol de Goic
"Hago una diferencia entre Goic y los anteriores representantes de la jerarquía católica: él sí tuvo la voluntad de hablar", recalcó el dirigente, quien destacó como principal logro del encuentro la apertura de una línea de comunicación que esperan sea permanente. "Tenemos profundas diferencias, pero estamos muy satisfechos con esta conversación", agregó.
Durante la reunión, los dirigentes del Movilh dijieron que les preocupaba que la postura oficial de la Iglesia, emanada desde el Vaticano, sirviera de base para acciones discriminatorias concretas. Goic y Chomalí sostuvieron que los homosexuales son "hijos de Dios" y que la dignidad humana debe respetarse. Además, afirmaron que la opinión de la Iglesia Católica es representada por la Conferencia Episcopal en el nivel macro y por las diócesis respectivas en un nivel más local. Según Jiménez, eso fue relevante porque hay grupos que "se atribuyen el representar a la Iglesia".
Reacciones
Si bien calificó el encuentro como un "gesto de buena voluntad y buena crianza", el sociólogo Fernando Muñoz, coordinador del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (Mums), manifestó su escepticismo. "La Iglesia Católica es una institución muy jerarquizada, en la que manda Roma y el Papa es muy conservador", señaló. Por ello el Mums apuesta a fortalecer sus redes con el mundo laico y favorece encuentros con parlamentarios y funcionarios de gobierno.
"Fue una muestra del respeto que merece todo grupo humano, pero eso no cambia la doctrina de la Iglesia en cuanto al amor y a la sexualidad humana", comentó el jesuita Fernando Montes, rector de la Universidad Alberto Hurtado.
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