Cada comunidad debe tener siempre presente este mandamiento, para que se lleve a cabo la sinodalidad (caminar juntos) comenzando con el reconocimiento del otro, la otra y el otre, la acogida y la escucha atenta que nos llevara a una iglesia(comunidad) madura que nunca señalará, ni excluirá y ser un hogar donde todos, todas y todes caben
Ilustración de Gustavo Daguerre
Algunas palabras de Núria Caum y padre Ramiro Jiménez
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