viernes, diciembre 28, 2007

Experiencia de Dios, amor homosexual


¿Así o más atrevido el título?, dirían mis alumnos adolescentes si leyeran este encabezado, y lo mismo dirían varios curas, algunas monjas y más de tres señoras de la parroquia... lo sé.


Si hablar de espiritualidad y sexualidad es ya un tabú aun en nuestros tiempos, la sola idea de unir a Dios y el amor homosexual en una misma oración debe sonar a blasfemia. Quizá lo sea, pues las experiencias humanas (la de Dios y la del amor homosexual) son eso, experiencias humanas falibles, frágiles, con una fragilidad donde radica todo su poder.


Pensando en que esta reflexión pueda ser de utilidad para alguien, sea pues el escándalo y la blasfemia, que Dios sabrá comprender ambas.


El ser humano, sacramento de Dios

Dios se hace presente en todas las cosas y todas las cosas son manifestaciones concretas, visibles y asequibles a los sentidos, de Dios. Toda criatura es un sacramento no solo de la existencia y presencia de Dios, sino de su amor, pues la naturaleza más íntima de Dios es Amor.

Esto, que afirmamos de todas las cosas, toma un sentido más hondo cuando hablamos del ser humano, imagen y semejanza de Dios. En el ser humano – varón y mujer – Dios Amor se presenta con claridad y con una realidad que nos asusta por su radicalidad: En cada ser humano vive Dios, se presenta Dios, se ofrece Dios.

La intuición de Jesús de identificar su suerte con la de los desheredados de su mundo nos ayuda a comprender la realidad sacramental de cada ser humano, especialmente de los marginados, en quienes Jesús se hace presente como un Dios ignorado, desatendido, rechazado y hambriento.

Desde la fe cristiana, pues, Dios se nos acerca, vive con nosotros a través de cada rostro humano, de cada historia, de cada persona con la que compartimos la existencia. Se ha cumplido así la promesa del Emmanuel, el Dios que camina entre nosotros.

Amor divino, amor humano

Dios es amor, sólo es amor y no es nada fuera de amor. Todo lo que afirmamos de Dios está supeditado a su esencia, que es amor: su justicia, su poder, su providencia, su sabiduría, su voluntad... todo nace y se alimenta de la esencia de Dios que es amor.

Ahora bien, este amor que es Dios, ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu. La realidad humana da un paso más, ya no solo somos sacramento que hace presente a Dios, sino que somos habitados por el mismo Espíritu de Dios, que nos hace capaces de amar.

En la teología cristiana, Dios es Trinidad, por eso decir que estamos habitados por el Espíritu, es decir que Dios mismo vive en nosotros no ya como una representación (imagen) ni como un símbolo (sacramento) sino como una realidad tan real como Dios mismo.

Somos capaces de amar porque el amor de Dios corre por nuestras venas. Amamos con el amor de Dios. Si Dios es Amor, toda manifestación de amor auténtico es actualización, concreción, puesta en práctica del amor divino.

No hay, pues, dos amores, sino un solo amor – el de Dios – con el cual amamos los seres humanos . Porque Dios es amor auténtico, todo amor auténtico es Dios.


Amor homosexual, experiencia de Dios

Si todo lo anterior es cierto, las personas homosexuales no solo son sacramento de Dios (por ser criaturas), sino que son verdadera encarnación, manifestaciones de Dios en el mundo y, por tanto, son capaces de amar con el mismo amor de Dios.

A pesar de los calificativos morales que la autoridad en la iglesia ha hecho de las personas homosexuales en sus documentos, (inmorales, inmaduros, desordenados) nadie osa afirmar que los homosexuales no son amados por Dios ni que son incapaces de amar. Ahora bien, si la persona homosexual es capaz de amar es porque Dios habita en ella y ella ama con el amor que es Dios.

Por eso el título de la reflexión. En todo amor homosexual hay experiencia de Dios: a) en el encuentro, b) en ser el amante, c) en ser el amado y d) en la entrega sexual.

a) En el encuentro

¿Cuántas personas tienen una relación amorosa? ¿Cuántas conservan esa relación a través del tiempo? ¿Cuántas viven anhelando un amor que no llega? ¿Cuántas mueren en la soledad, sin al apoyo de un amor?

Si pudiéramos acceder a resultados numéricos de las preguntas anteriores, quizá nos quedaríamos pasmados pues, la parecer, la experiencia de amor no es tan común ni cotidiana como nos hemos acostumbrado a pensar, quizá influenciados por las novelas rosa.

Tener un amor, conservar ese amor y crecer con ese amor pueden ser más bien experiencias de bendición que quizá nos lleven a preguntar como en la película de Almodóvar: “¿Qué hecho yo para merecer esto?”

Pensando un poco la situación, resulta que de las millones de posibilidades de no haber conocido a ese otro, sucedió la única posibilidad de sí conocerlo. De las millones de posibilidades de que no hubiera interés en una relación, se dio la única posibilidad de que sí.

De los millones de homosexuales de la ciudad (si se supone que hay uno por cada veinte habitantes, y hay 20 millones de habitantes en la ciudad de México... las matemáticas no han sido mi fuerte, pero me resultan un montón de gays citadinos) y de las millones de posibilidades de no encontrarse, resulta que se dio la única posibilidad de que sí se encontraron.

La experiencia de Dios en el encuentro es esta: el asombro agradecido porque sucedieron las poquísimas posibilidades que han permitido el nacimiento de un amor. Para los creyentes, que hayan acontecido esas posibilidades es un regalo de Dios, por eso muchas parejas han comentado: “Dios lo puso en mi camino”, o como decía mi abuela en palabras más populares: “matrimonio y mortaja, del cielo baja”

¿Suena a romanticismo trasnochado? A mi me suena más bien a capacidad de encontrar a Dios en todas las cosas.

b) En ser el amante

Las ciencias del alma y del desarrollo personal, así como las más variadas tradiciones espirituales dicen que la plenitud del ser humano se encuentra solo a través del amor. A través del amor – que supera el egoísmo – la persona se abre al otro, constata que no es el centro del universo, que sus proyectos y sueños no son los únicos que existen y que, si desea amar, necesita hacer lugar en su vida (en su casa, en su agenda, en sus proyectos, en su economía y en su sexo) al otro.

Según varios especialistas (sexólogos, psicólogos, terapeutas), una sexualidad madura y funcional se vive sólo en coordenadas de amor, que incluyen el cuidado, el respeto y la satisfacción mutuas.

Para una corriente filosófica, el ser humano sólo puede construirse como persona humana cuando se recibe de los demás, no cuando pretender tener el significado de sí misma en ella misma. Para esta filosofía, el ser humano va respondiendo a la pregunta por su identidad sólo a través del encuentro con otros, sólo cuando acepta que lo que aun no es (persona plena) podrá serlo solo si acepta entrar en contacto con los demás, preguntar a los demás, saberse aceptado y amado por los demás.

Igual pasa con la teología: el ser humano – por ser imagen y semejanza de un Dios que se da y se recibe mutuamente en eso que llamamos Trinidad – sólo puede encontrar plenitud y sentido a través de los demás, del otro, del prójimo. La cerrazón sobre sí mismo, la preocupación exclusiva por el yo que hace a un lado a los demás es causa de la frustración humana más radical.

De ser cierto, la oportunidad de ser el amante (el que ama) es una bendición, porque nos ayuda a sanar nuestra psique herida, nos libera del narcisismo y nos abre a recibirnos del otro, recibiendo al otro. En la oportunidad de ser el amante nos hacemos personas y vamos alcanzando nuestra plena realización.

[Y lo siento por esas corrientes psicológicas que han puesto el acento tanto en la realización del yo sin tomar en cuenta a los demás, porque el egoísmo nunca ha sido la solución a nada. Recientemente leí que varios psicólogos norteamericanos han publicado un estudio sobre los daños que ha provocado esa línea de terapia a nivel personal y a nivel social. “Primero yo y mis intereses” es lo que motiva a Bush a bombardear el mundo. El amor a uno mismo y cómo se relaciona con este apartado será reflexión para otro momento]

c) En ser el amado

Nada más plenificante que la conciencia de que somos amados. Muchas de las neurosis de nuestra sociedad – según yo – nacen de la no experiencia de ser amados, de nos ser abrazados y besados lo suficiente.

Y no se trata de una experiencia dulzona y cursi, que esa de nada nos sirve, sino que es una experiencia de amor realista. Me explico.

Casi todos fuimos amados de niños, pero en un momento de nuestra vida nos dimos cuenta que el amor de nuestros padres no era del todo amoroso, primero porque era imparcial (o al menos eso nos decían nuestros padres) ya que nos amaban a todos los hijos por igual.

Luego, descubrimos que el amor de nuestros padres y madres estaba sujeto a que pagáramos o retribuyéramos siendo buenos hijos, buenos estudiantes, a que eligiéramos la carrera correcta, a que no fuéramos homosexuales (la experiencia de muchos de que se les dejó de amar cuando sus padres supieron su orientación es un buen ejemplo de este amor no amoroso)

Elizabet Kübler-Ross, la madre de la tanatología, dijo que la mayoría de los moribundos que había atendido padecían las secuelas de un amor de prostitución, que es ser amado porque hacemos algo que agrada o evitamos hacer algo que desagrada.

Más tarde, quizá con nuestras primeras experiencias amorosas, descubrimos el amor “universal”, trataré de explicarme mejor con un ejemplo.

Una noche estaba cenando en casa de un amigo y su pareja. En la sobremesa salió el tema de la relación, lo típico: ¿y cómo se conocieron? ¿Y cuánto llevan?, etc. Ya al calor del vino, alguien preguntó si ellos eran fieles. Al instante, movido por un resorte interno, mi amigo dijo: “Claro que sí, yo siempre soy fiel en mis relaciones”

A eso llamo un amor “universal”, abstracto, que sirve para maldita la cosa, porque ¿quién quiere una fidelidad que nace de que él “siempre es así”? ¿No preferimos una fidelidad que nace de “soy fiel porque te amo a ti”?

Luego de estas experiencias (que a lo mejor no has tenido) lo que necesitamos, lo que anhelamos, lo que en verdad nos haría sanar y crecer es la experiencia de un amor realista:

  • Que no esconda mis defectos y no valore en menos mis capacidades
  • Que me ame a mí tal como soy y no al Álvaro ideal que no existe
  • Que sea individual y único porque yo soy individual y único
  • Que me trate de modo distinto a como ha tratado al mundo entero porque yo no soy uno más en su lista de relaciones amorosas, sino que soy la persona con la que está AHORA y a la que ama AHORA
  • Que no me cobre las facturas de sus relaciones pasadas, sino que reconozca que NUNCA ha tenido una relación como la que tiene conmigo porque yo soy irrepetible
  • Que acepte que el amor es un proceso donde dos vidas interrelacionan en libertad, y no un producto que se puede conseguir ya hecho en cualquier tienda


Una experiencia de amor así es una bendición, y en ella podemos experimentar la presencia de Dios en nuestra vida.


d) En la entrega sexual

El acto sexual es un sacramento del amor de Dios. Esto queda claro para los cristianos pues todo un libro de la Biblia está dedicado a cantar las maravillas del amor pasional de una pareja. De ser un poema de amor con tintes eróticos, el Cantar de los cantares se ha entendido en la iglesia como una metáfora del amor de Dios por cada ser humano. El mismo san Juan de la Cruz usará el Cantar como tema para su poema sobre el amor del alma enamorado y Jesús, el Amado.

Como dice Ernesto Cardenal: ¿No es Dios el inventor de todas lasa caricias y el creador de la voluptuosidad y de la pasión? El sexo es símbolo del amor divino. El sexo es símbolo y sacramento. Mis deseos sexuales han sido y son tan sólo analogías de mi amor a Vos. Creo que te agradan mis deseos sexuales.

O como lo expresa William Agudelo, otro místico y poeta: Dios es el Sexo Perfectísimo, el Único Verdadero Sexo del que son figuras todos los sexos de la tierra.

La doctrina más oficial de la iglesia ha reconocido que el acto sexual es símbolo del amor divino y una participación en la obra de Dios, por eso la santidad del acto sexual (que ha derivado en la negación de formas de expresión sexual y erótica que se dan fuera del sacramento del matrimonio)

Si el sexo es un acto sagrado que expresa el amor y el deseo de la pareja, y en ese amor y deseo manifiesta el amor y deseo de Dios por la humanidad, cada vez que el amante y el amado homosexuales se unen, realizan en su unión el amor de Dios, hacen presente el amor de Dios.

El deseo, la pasión, el erotismo, el coito y el orgasmo de la pareja homosexual se convierten en acciones sagradas, acciones de culto destinadas a alabar la grandeza de Dios.

Cada beso, cada caricia, cada palabra susurrada, el calor de los cuerpos desnudos y entrelazados son himnos a la santidad de un Dios que se goza en el goce de sus hijos.

De ahí que el sexo del amante y el amado sean oración, eucaristía (acción de gracias) al Dios de la vida que ha hecho del sexo una actividad placentera que se comparte.


* * *

Por eso, al hacernos conscientes de todo esto, podemos hacer experiencia de Dios en el amor homosexual.


José Álvaro Olvera I.

Pd. Que puedas tener una experiencia así, es mi deseo para este año que comienza

sábado, diciembre 22, 2007

Otro fusile


Ahora le toca a san Juan de la Cruz. Uno de sus más famosos poemas es el de la fuente, que dice: "Qué bien sé yo la fonte que mana y corre, aunque es de noche", con lo que el santo expresa su convencimiento de la existencia, presencia y acción de Dios (que es la fuente) en su vida, aunque no la sienta, aunque los signos externos no confirmen lo que su fe le dice.

Una vez, pensando en lo dificil que es creer una cosa de Dios cuando el mundo dice lo contrario, lo relacioné con la aceptación del infinito amor de Dios para las personas homosexuales y escribí lo que sigue:

"Que bien sé yo ese amor que por mi tienes,
Aunque lo nieguen.

Es un amor eterno, apasionado
Por ese amor a mi te has entregado,
Aunque lo nieguen.

Y siento que me tienes de tu mano
Que todo un Dios de mi se ha enamorado,
Aunque lo nieguen.

Me fío a ciegas en tu amor divino
En Biblia y Tradición ya no confío,
Aunque lo nieguen.

Creo que me amas sin condiciones
Que no te fijas tu en orientaciones,
Aunque lo nieguen.

Tu ternura para mí es tan real
No muda porque sea homosexual,
Aunque lo nieguen.

Confío sólo en ti y en tu bondad
Que de tu amor nada me separará,
Aunque lo nieguen."

sábado, diciembre 15, 2007

Teresa: la rebelión de una santa

Poco sabemos de la vida de los santos y santas, y lo que sabemos casi siempre está tan diluido por la tradición popular o malinterpretado, que estos hombres y mujeres de Dios terminan siendo para nosotros meras estatuas de yeso, con caras hermosas y ojos en blanco, que al tener una azucena o un niño Jesús en las manos, han sido convertidos en símbolos de la pureza y de la negación de lo humano, cuando deberían ser símbolos de lo humano transido de amor, y no de un amor fuera de este mundo, sino muy terrenal.


Efectivamente, nuestros santos y santas fueron seres humanos de carne, que vivieron en una situación social y eclesial concreta, desde la que trataron de responder al seguimiento del profeta de Nazaret. Este seguimiento – siendo de Jesús, quien murió rechazado y excomulgado – tenía necesariamente que acarrear a nuestros santos y santas un clima de incomprensión. Si los santos y santas siguen a Jesús, luego entonces su vida está marcada por un cierto espíritu de rebelión, como es claro en el ejemplo de Teresa de Ávila.

Teresa nace de una familia acomodada, por eso se le dará el nombre de Doña Teresa. Vivió en el siglo XVI, en pleno reinado de Felipe II – hijo de Carlos V, el emperador más poderoso de la época – Este siglo estuvo marcado por el fenómeno protestante y de la espiritualidad quietista o de los iluminados, que defendían la posibilidad de la comunicación directa de la persona con Dios; la iglesia dará batalla a estos dos asuntos como sólo ella supo hacer: con las hogueras de la inquisición.

Como mujer, Teresa sólo tenía dos caminos, el convento o el matrimonio, escogerá el primero forzándose a sí misma a adoptar ese estilo de vida. Durante décadas, Doña Teresa será una monja del montón, más bien una mujer soltera, adinerada y popular, que vivirá la vida social de Ávila con la sola restricción de las rejas, que no siempre lograron detenerla dentro del convento.

Una vez que se dejó seducir por Jesús, Doña Teresa pondrá en práctica sus estrategias de rebelión. La primera fue abandonar el estatus de dama ricachona: dejará de usar el “Doña” y cambiará su nombre a Teresa de Jesús, prohibiendo a sus monjas el uso de distinciones de honra y rango familiar... contraviniendo todas las normas sociales de su mundo, en los conventos de Teresa no habrá clases sociales, sino sólo hermanas, hijas de un mismo Dios y esposas de Jesús.

La mujer de aquellos días tenía prohibido hablar de cosas espirituales y era inconcebible que una de ellas quisiera fungir como maestra de oración. Varias hogueras se habían encendido ya para acallar a quienes se atrevían a desafiar esta prohibición de la iglesia. Teresa no sólo va a hablar de su experiencia espiritual, sino que escribirá sobre ella, dejará que sus escritos fueran publicados y dedicará buena parte de su tiempo a ser maestra de oración ¡incluso de varones!.

En sus escritos, encontramos a Teresa organizando un concurso para interpretar un texto de la Biblia, a ese reto responden un obispo, varios teólogos, hombres de oración y el buen san Juan de la Cruz. A todos y a cada uno, Teresa corrige en su interpretación bíblica, demuestra que van muy errados en sus caminos y se atreve a dar su propia interpretación... de nuevo, rompiendo todas las fronteras impuestas por la iglesia y la costumbre.

Abriendo conventos, Teresa da a la mujer un destino mejor del que la sociedad le daba: ofrecerá abrigo, la posibilidad de estudio, la formación teológica y espiritual a mujeres, preocupándose especialmente por aquellas que no podían pagar la famosa dote. Con ello, además de contravenir las normas de los conventos, Teresa abre un futuro para las mujeres pobres, que estaban destinadas a morir jóvenes de tantos partos.

Dentro de una iglesia marcada por el espíritu puritano y asceta que la reina Isabel había puesto de moda, Teresa usa las canciones populares para, adaptándoles la letra, hacer que sus monjas cantaran y bailarán al son de castañuelas, mientras alababan a su esposo. El corazón de Teresa era todo de Dios, pero jamás se convirtió en una asceta dolorista. Somos mujeres de oración, decía, pero de devociones a bobas nos libre el Señor.

El atrevimiento de Teresa llegó hasta enfrentarla con una de las mujeres más poderosas de la corte española, la princesa de Éboli. El pleito fue duro, pues la princesa quería llevar a las monjas de Teresa por un camino ajeno al de su fundadora, cosa que Teresa no podía dejar pasar porque para ella en eso se jugaba la fidelidad a su Esposo divino. La película Teresa de Jesús, crea una escena que refleja no solo la hondura del conflicto, sino a Teresa que, enamorada de su Dios, no se detiene ante el poder humano. Interrogando a la princesa sobre un hombre que entra a sus habitaciones en la noche, se da este diálogo:

- Pero madre, él es todo un caballero, dice la de Éboli

- Alteza, en la casa de mi Esposo, el único caballero es él, contesta Teresa plantando cara a la orgullosa princesa

La noche siguiente, las monjas de Teresa dejarán a la princesa colgada con su intento de convento. La de Éboli tomará venganza acusando a Teresa a la inquisición por sus escritos espirituales.

Finalmente, hallamos a Teresa ante el tribunal de la inquisición, donde acudirá por denuncias que la señalaban como hereje. Sin miedo a lo que le puedan hacer, Teresa defiende su doctrina y su experiencia. Una mujer de su talante no se iba a detener por un tribunal de clérigos machistas cuando su Dios le pedía hablar, escribir y fundar conventos. Piense, le dijo a un hombre de iglesia en una discusión, si por ventura podrá atarle las manos a Jesús.

El nuncio apostólico, el superior general se los carmelitas, el rey Felipe, la princesa de Éboli, obispos, curas... todos van a conocer el temple de carácter de esta enamorada de Dios. Se cuenta que una de sus contrarias dijo: Teresa es nada. Teresa y dos maravedíes, poco menos que nada. Teresa, dos maravedíes y Dios... que tiemble el reino. ¿Qué haría Teresa en nuestro mundo?

Mística, enamorada de Dios, seguidora de Jesús, feminista, andariega, excomulgada, rebelde y contumaz (así fue llamada por varios clérigos en su tiempo)... esa fue la verdadera Teresa de Jesús, nuestra santa.


José Álvaro Olvera I.

martes, diciembre 11, 2007

Tremendos fusiles a santa Teresa


Sé que debo decir "no" a la piratería, pero cuando era más jóven, me dio un tiempo en fusilarme los poemas de la santa desde lo que estaba viviendo en mi experiencia espiritual.

En estas últimas semanas me he encontrado con personas que están sufriendo mucho sintiéndose lejos de Dios, no amadas por Dios a causa de su orientación homosexual. Muy dolido por estas experiencias, recordé esos viejos intentos de poemas en los que quise plasmar lo que uno siente cuando duda del amor de Dios y entra en un proceso de "conversión" a aceptar ese amor. Ahora, por una idea loca de mi cabeza, he pensado que sería bueno - quizá - publicarlos aqui... quien quita y ayuda a alguien en su proceso.

Pido disculpas de antemano a mi amiga Teresa de Jesús, santa y doctora de la iglesia, por rebajar sus poemas. Pido disculpas a la real academia por las barrabasadas y, como dice Paul, el mesero de la televisión, a tooooooodos los poetas y poetisas del mundo por mi atrevimiento. Sirva solo mi buena intención para redimir mi crimen a la poesía.


Álvaro

***

Canción del alma que pena
por sentir que Dios no le ama


Si el amor que tu me tienes
Es lo que da vida a mi vida
¿Por qué creo en la mentira
De que tu a mí no me quieres?

Creo más a quienes dicen
Que no me puedes amar
Porque soy homosexual
Y así dejo que me quitan
Mi dignidad

En nombre de la Escritura
Y
de una Tradición
Voy haciéndote traición
Cuando a toda criatura
Le das tu amor

Que no pare hasta aceptarme
Crea yo sin haber visto
Que del amor de tu Cristo
Nada puede separarme
Por tu bondad

domingo, diciembre 09, 2007

Bendito sea Dios que da de comer


Bendito sea Dios que da de comer.



El domingo antepasado, después de la celebración Eucarística de Vino nuevo, me enfilé con rumbo al sur de la ciudad de México a una zona residencial, pues tenía una invitación a comer con unos amigos.
El tráfico estaba fluido y pude llegar muy rápido; me registro en la caseta de vigilancia y me asignan lugar para estacionarme. Lo primero que me extrañó fue que Ernesto no bajó a recibirme.
Después de los rigurosos saludos, en menos de que lo menciono ya nos encontrábamos en la mesa con los platos servidos.
-“Hola, ¿cómo has estado?, supe que estuviste enfermo, ¿cómo vas?
- Bien muy bien, ahí la llevo, ¿Y Ernesto?.
- Está insoportable, encerrado en su cuarto, espérame a ver si quiere salir.

Y sí, bastante adormilado, pandrosón y en fachas salió Ernesto. Nos saludamos y también nos acompañó a la mesa sólo el rato que tardó en terminar su plato; se despidió y nos dejó platicando a mí y a su madre.

- Oye Charlie, quiero pedirte un gran favor. Que hables muy seriamente con Ernesto. Es que está muy extraño. Acaba de terminar ya la carrera y ahora está preparando su tesis, pero siento que no es el mismo; está siempre enojado, por todo me contesta, no se le puede pedir algo sin que me grite.
- Y ¿Cuál es el problema?. De todos sus compañeros de Facultad, él es el primer lugar; siempre ha sido excelente alumno y excelente estudiante y no creo que ya al final de su segunda carrera, no quiera salir adelante con su trabajo final.
- Es que su asesor de tesis le está metiendo extrañas ideas y eso no me gusta, ¡habla con él!
- ¿Qué hable yo con él?, ¿y como para que?, ¿va a modificar su forma de pensar hablando conmigo?
- Pues sí, aunque no lo creas, a ti sí te hace mucho caso; él considera mucho lo que le dices.
(Esto en vez de darme orgullo, me dio miedo, pues es bien sabido que digo muchas babosadas)

Continuamos con el postre y con la plática. Ya para despedirme, quedamos de acuerdo. Ernesto me acompañaría a viajar en dos de mis jornadas laborales de esa semana. Por cuestiones de trabajo, tenía que ‘cerrar el año’; algunas documentaciones, formas burocráticas que llenar, firmas que ir a conseguir, etc. Todo esto en hospitales ubicados en poblaciones cercanas al Distrito Federal.

El amanecer del día siguiente nos tomó ya en carretera. Eran cerca de las seis de la mañana cuando estábamos en la caseta de cobro de la autopista a Querétaro.

Ya después de haber visitado dos hospitales, decidí despertar a Ernesto que se había acomodado en la parte trasera de la Van.

- Neto: ¿Quieres desayunar algo?
- emmmm no… bueno… sólo un jugo.

Dimos cuenta de ello y seguimos el viaje. Apagué el radio y con evidente ansiedad, le pregunté: “¿Qué onda contigo?”
- ¿qué onda de que?, ¿qué te dijo mi mamá?
- Pues… lo de un maestro de la facultad.
- Ah eso!! Bueno, pues creo que tiene razón, ¿o no?
- Y de qué tiene razón?
- Pues de que Dios no existe, que es una creación humana y en el remoto caso de que existiera, si de verdad es poderoso, ¿por qué no impidió tanto daño en Veracruz?, Tanta gente muy pobre que de plano se quedó miserable… ¿así es como demuestra su amor?, ¿por qué permitió las inundaciones de Tabasco? Y etc, etc, etc….

Y pues bueno… era la propicia ocasión para exponer tanta información obtenida en los cursos tomados en ‘Vino Nuevo’ … hay que hacer uso de la Antropología filosófica, de la Antropología teológica, de los estudios bíblicos y demás…

Y así discurrió nuestra acalorada discusión. Interrumpida a ratos por la llegada a los lugares asignados, o por algún tope o semáforo.

Ya casi a media tarde, caímos en cuenta que no habíamos comido. Le comenté que ya estábamos cerca de Tepeji del Río en Hidalgo; ahí pasaríamos a tramitar firmas y luego a un conocido lugar para comer. Tardé más tiempo de lo planeado; el restaurante donde iríamos ya había cerrado.

A la entrada/salida del hospital había una señora, de piel curtida, envejecida por el clima y la pobreza ofreciendo “tacos, enchiladas, dobladas, quesadillas”… ¡que delicia culinaria!...
Las ‘dobladas’son unas tortillas de maíz, dobladas por mitad y rellenas de queso con chile pasilla, también con flor de calabaza, o con rajas de chile con crema y elote. Las enchiladas eran -igualmente de tortilla de maíz- hechas taco, bañadas en una salsa verde al cilantro, con queso, cebolla, aguacate. Era más que evidente el esmero que tuvo Doña Alicia en preparar esas viandas y así se lo hice saber.
- Doña Alicia, ¡que rico!, ¡de verdad que tiene usted manos de ángel!
- Hay joven! No exagere.
- No es exageración, es la verdad; esto está delicioso.

Al momento de pedir la cuenta, vino la sorpresa… ¡no es posible!. Tanto esmero por un precio muy bajo, es injusto. Así lo hice saber a Doña Alicia. Le pagamos con una propina… al principio, obviamente se negó a recibirlo; mi insistencia y explicación terminaron por convencerla. Estira la mano para recibir nuestro dinero, encoje el brazo, lo pega al pecho, agacha la cabeza, besa su mano y guarda el billete en su bolso. Visiblemente emocionada nos despide diciendo: “Ay jóvenes, que Dios les bendiga y les dé más”… Y también a usted, doña Alicia, cocina usted como los mismos ángeles, ¡Dios le bendiga!.

El camino de regreso a la ciudad de México fue ágil y rápido, no había tráfico. Atrás dejábamos las discusiones, ahora nuestra plática era sobre la música que veníamos escuchando. Acordamos la hora y el lugar de encuentro para el miércoles. Nos despedimos. Lo dejé en una estación del metro.

El miércoles nos encontró con pocos lugares para visitar, sin embargo, estaban retirados uno de otro y el plan era llegar a media tarde a la capital del estado de Hidalgo a entregar informes y resultados.

Terminaba mi visita en Actopan y luego a Pachuca, llevábamos buen tiempo cuando el hambre ‘nos atacó’ y sin que lo pensáramos mucho, pasamos a un pequeño lugar a la orilla de la carretera. El sitio parecía agradable. Me estacioné, nos bajamos de la camioneta y nos dirigirnos a la puerta. Al entrar percibimos una agradable mezcla de olores de la cocina y ambientado con una música que de inmediato reconocí: Jesús Adrian Romero… ¡sí! Y el canto creo que se llama ‘Bajo sus pies’. Nos acomodamos y dimos cuenta de un abundante consomé de pollo y también de unas piezas de pollo adobado… ¡rico!. De momento dejé de comer para escuchar y balbucear algo del CD que tenían puesto… “tal como soy Señor, sin nada qué ofrecer más que mi canción, no tengo más que darte pues tuyo es Señor.” Y alguien se dio cuenta que estaba yo en ese trance; repitió el canto y subió un poco el volumen…. “Tal como soy Señor, sin nada que entregar más que el corazón, me rindo todo a ti, tómame Señor, tal como soy”

Pagamos por el servicio y alegremente nos despedimos de estas personas como si nos conociéramos desde hace mucho tiempo.

Ya al retomar la carretera, con cara seria, Ernesto me pregunta: “Charlie, ¿te volviste protestante?
- No! ¿por qué?
- No, Por nada…

No cruzamos otra palabra más; nuestros silencios eran rotos por la agradable compañía de un CD de Fernando Delgadillo.

El camino de retorno a la ciudad de México nos encontró al comienzo de la noche. Sólo platicamos del rector que se va y del nuevo que llega a la UNAM y de los desafíos que hay en nuestra máxima casa de estudios. Ya en la estación del metro ‘La Raza’, nos abrazamos y nos despedimos. Cada quien a su casa.

Pasaron algunos días antes de que marcara al teléfono de su casa. Me contestó su mamá. Comenzamos a platicar y de repente me pregunta:
- Oye Charlie, ¿Quién es Doña Alicia?
- Una señora que se gana la vida vendiendo algo de comida afuera de un hospital, ¿por qué lo preguntas?
- Por que Ernesto no deja de mencionarla.
- Y por cierto, ¿cómo está Ernesto?
- Bien!! Ayer lunes tenía que irse muy temprano a la UNAM. Lo desperté y ¡no repeló!... se levantó, se bañó, desayuno y se fue…
- ¿y hay algo de raro en eso?
- Sí, porque siempre repela. O se queda otro rato dormido, o no se baña, o no desayuna y refunfuña y lo paso a dejar al metro y siempre me reclama por cualquier cosa.

En fin…

Creo que Doña Alicia hizo algo más que habernos dado una rica comida. ¿Qué opinas?

Saludos!

Charlie.

P. D. La frase que titula este escrito, no la puse completa y es de un conocido autor en Vino Nuevo; las veces que también compartimos los alimentos y ya cuando estamos todos satisfechos, invariablemente agradece a Dios con esa frase.

miércoles, diciembre 05, 2007

Episodio 15 Comunidad Catolica Vino Nuevo ... ahora en tus oídos


Hola amig@s, en nuestra última emisión de este año 2007 les saludamos cordialmente desde nuestro PodCast en su Episodio No. 15.
El tema de esta ocasión es el tiempo de Adviendo y la Navidad, cómo se vive en nuestro país, las costumbres y platicamos también acerca de nuestras Navidades. Recordamos también el día internacional de la lucha contra el SIDA, los esfuerzos hechos desde la sociedad civil y también recomendamos unas páginas en la red.

Las páginas recomendadas y de las caules hablamos en esta emisión son:
  • “Catholics for a Free Choice” -- http://www.catholicsforchoice.org/
  • “Católicas por el derecho a decidir” -- http://www.catolicasporelderechoadecidir.org/
  • “Catholics Bishops for condoms” -- http://www.seechange.org/
  • Servicios Koinonía -- http://www.servicioskoinonia.org/
  • Puntos de Vista Globales -- htt:// www.alternativaglobal.org

Esperamos que disfruten mucho de esta emisión y nos "escuchamos" en Enero. Recuerden escribirnos a nuestro correo electrónico, siempre nos da alegría leer sus comentarios y sugerencias.

Les invitamos a que descarguen este episodio dando clic en el siguiente enlace:

http://www.archive.org/download/Episodio15PodcastComunidadCatolicaVinoNuevoMexico/Epsidio15.mp3

Y para los que ya tengan instalado un adminstrador de PodCast (iTunes, ZenCast o Juice), copien y peguen el siguiente enlace (para suscribirse):http://feeds.feedburner.com/VinoNuevo
¿Problemas para escucharlo correctamente o desean otro formato (OGG Vorbis, WAV, etc.), vayan a este enlace:

http://www.archive.org/details/Episodio15PodcastComunidadCatolicaVinoNuevoMexico

Desde esa página podrán bajarlo en diferentes formatos y compresión.

P.D. Recuerden que pueden enviar sus opiniones y/o comentarios a nuestro correo electrónico comunidad.vino.nuevo@gmail.com

sábado, diciembre 01, 2007

Fusile a san Pablo


Permítanme hacer mío un texto del Apóstol:


“Hermanos y hermanas, yo les pregunto: ¿quién podrá separarnos del inmenso amor de Dios, manifestado a nosotros en Cristo Jesús?

¿La homofobia de la sociedad?

¿El rechazo de las familias?

¿Las burlas de los compañeros de trabajo?

¿Los pastores de las iglesias cristianas?

¿Los cardenales?


¿Qué podrá lograr que Dios deje de amarnos tan tiernamente como nos ama?

¿La homosexualidad?

¿Tener pareja?

Sépanlo bien, ninguna de estas cosas tiene el poder de modificar en lo más mínimo el amor que Dios les ha regalado en Cristo.

Se los repito, nada puede separarnos del amor de Dios, por eso, cambien su forma de mirarse a si mismos, acepten esta Buena Noticia y ábranse al infinito amor de Dios, a quien sea la gloria por siempre. Amén.”

* * *

El día que nos creamos de verdad amados por Dios y saquemos todas las consecuencias de ese amor, la homofobia de origen religioso habrá muerto para siempre.

J. Álvaro Olvera I.