martes, noviembre 28, 2006

¿por la muerte?


Estoy escuchando las noticias hoy lunes 14 de noviembre. Unas notas no pasan desapercibidas. Una noticia que habla del cardenal Norberto y una declaración del obispo Lozano sobre la ley de Sociedades de El obispo Lozano, ahora en Roma, dice que le apena que se haya legislado por la muerte. Cuando el reportero le preguntó porque relacionaba las Sociedades de Convivencia con la muerte, contesto:
porque ellos [los homosexuales y lesbianas] no pueden dar vida, no pueden procrear.

La otra noticia hablaba del proceso contra el cardenal por el supuesto encubrimiento de un sacerdote pederasta, caso del que Norberto asegura que informó al cardenal Mahony, mismo que negó que el cardenal Rivera le hubiera informado de las acusaciones contra el citado sacerdote.

¡Ay Dios! Si algo se siente uno como católico ante estas cosas es avergonzado. En efecto, siento una inmensa pena (y mucha vergüenza) de las cosas que pasan en mi iglesia, porque declarar que los homosexuales están por la muerte solo por tener relaciones sexuales con alguien de su mismo sexo es, ciertamente, un comentario que nos puede llenar de todo, menos de orgullo, pues pone de manifiesto una visión del mundo, del sexo y de la procreación que raya en lo absurdo.

Y de Norberto Rivera, ¿qué decir? Si el cardenal Mahony no miente, eso quiere decir que Norberto jamás informó sobre las acusaciones contra el sacerdote que "exportó" a los Estados Unidos. Si Rivera informó con detalle, el que miente es el cardenal Mahony, y mentiría para lavarse las manos, ya que ubicó en su diócesis a un sacerdote acusado de pederastia, lo que lo convierte en un cómplice.

¿Quién dice la verdad? ¿Un cardenal mentiroso, encubridor y cómplice? ¿Por qué? ¿A cambio de qué? ¿No pensó en el daño que hacía a la comunidad, a la sociedad y a la iglesia? ¿Con qué cara habar de honestidad, de fidelidad al evangelio, de cuidado de la vida?

¡Qué fácil es hablar!

Un cardenal – en Roma – cree que habla a favor de la vida cuando habla contra los homosexuales; un cardenal (en Estados Unidos o en la Ciudad de México) miente para proteger a alguien que, si creemos al testimonio de una de sus víctimas, ha delinquido gravemente.

Señores cardenales, qué pena y que dolor me causan (y conmigo a miles de fieles en el mundo)

Cardenal Lozano:
Es más grave el hecho de encubrir a un pederasta y porque la pederastia es un delito, encubrir a un presunto culpable es optar por la muerte… eso sí es optar por una conducta que está contra en evangelio. Ojalá pienses en esto antes de decir cosas a los medios.

Cardenales Rivera y Mahony:
¿Dónde quedó la bolita? ¿Quién miente? Ojalá les llegara un poco de valor cívico y dijeran la verdad, a pesar de las consecuencias, aunque eso obligara al Papa a retirarlos del ministerio como a Maciel.

Monseñor Rivera, si fueras culpable de encubrimiento, ¿qué tal si te mandamos a la Fundación esa (aquella que está al norte de Indios Verdes, la que tiene el apellido de un fundador), donde los obispos mandan a los sacerdotes sospechosos de homosexualidad para que sean "curados" en un régimen tipo campo de concentración, donde se les acusa sin escucharlos, donde se les exige en examen de ELISA, donde se les pide dejarse revisar físicamente para comprobar si han sido o no penetrados?

Hermanos y hermanas en la fe:
Ánimo, el Señor Jesús es más grande, mucho más grande que estas conductas. No perdamos la fe en Dios – que es el único en quien podemos creer – y además de avergonzarnos y señalar, hay que revisar nuestras actitudes ante estas cosas, ante los posibles culpables y ante los realmente culpables… ¿los amamos? ¿los corregimos? ¿los acogeremos a pesar de sus faltas?


Los culpables deben pagar su delito pero siempre serán nuestros hermanos, siempre.


J. Álvaro Olvera I.
Comunidad Católica Vino Nuevo

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