Cuantas veces hemos estado en crisis, porque no nos sentimos dignos o dignas de Dios, ya que consideramos que nuestro pecado es grave, pero muchas veces ese pecado te lo han impuesto otros, otras, inclusive tú misma, tú mismo. Pero ha habido en algún momento que una voz en tu interior o exterior, te indica que vayas mar adentro, a lo profundo de tu interior para conocerte y conocer a Dios, el Dios de Jesús, que llena tus redes de abundante amor y misericordia, que se desborda y entiendes que Dios perdona tus pecados, te salva y te dice "No temas, desde ahora serás pescador de hombres". Pescar hombres, era un dicho popular, que significaba sacar a uno del peligro grave. Ahora después de la experiencia con el Dios de Jesús, nos invita a sacar a las mujeres y hombres de todas sus opresiones que le impiden crecer como personas.
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