miércoles, abril 15, 2009

La noche de Pascua


La noche del sábado santo es una noche especial para quienes creemos en Jesús, es la noche del misterio de la muerte y de la vida. Jesús queda en el sepulcro y todo comienza a cambiar, lo viejo es sepultado, lo nuevo está por llegar.

Seguramente no fue fácil dejar a Jesús en la tumba, era demasiado importante, demasiado querido. Era conocido, tenía respuestas claras y directas, hablaba y hacía como pocos. Dejarlo en la tumba era un acto de desgarro, pero había que hacerlo, porque Jesús era un cadáver, era algo pasado, era lo viejo, lo que ya no podía seguir siendo, lo que ya había dado de sí lo que tenía para dar.

La noche del sábado santo es la noche de hacer a un lado aquello a lo que estamos aferrados y que no nos permite abrirnos a la novedad. La vida, amigos, es vida, cambiante, diversa, no podemos quedarnos con lo mismo siempre, pues corremos el riesgo de perdernos en lo pasado, o de quedarnos encerrados en la tumba.

Aún la fe necesita ir cambiando, adaptándose a la vida. Dios mismo, al ser VIVO, cambia, se mueve a cada instante; sólo un corazón abierto a lo constantemente nuevo puede captar su presencia.

Cadenas, adicciones, dolor, culpa, pérdida, muerte, sin sentido, relaciones dañinas, personas, acontecimientos… todo lo que debe pasar ha de ser dejado en la tumba.

Nadie esperaba lo que iba a venir, las mujeres fueron el primer día a ungir un cadáver (a remembrar lo viejo, a seguir llorando las mismas heridas) y se encontraron con la vida eclosionando, siguiendo su ritmo. Sólo cuando aprendieron a no buscar entre los muertos, encontraron a quien estaba entre lo vivo.

Atrévete.
J. Álvaro Olvera I.

1 comentario:

Unknown dijo...

hola me yamo Jose soy de la republica Dominicana me gustaria conoccer mas a fondo su comuidad ua que en mi pais no cuento con esta oportunidad pero soy miembro activo de mi parroquia este es mi correo efravera23@gmail.com plis escribamme Dios los bendiga mucho.