domingo, septiembre 13, 2020

Reflexión de hoy



El evangelio de hoy nos invita a tener siempre una actitud de perdón, que no sea sólo un acto para que se viva en armonía como sociedad o como comunidad. 

Que no cabe duda que con el trato cotidiano y diversas circunstancias haya algunos roces. Pero se tiene que expresar esa ofensa, no reprimirla, ya que es un proceso, hay que dialogarlo, para que la herida realizada con esa ofensa sea perdonada. 

La deuda u ofensa sin duda causa heridas, pero no se puede vivir con las heridas siempre abiertas, ya que se pueden infectar, propagar más la infección y a veces a amputar, y va afectando a otros, por eso hay que actuar inmediatamente, para que como comunidad cristiana, cuerpo místico, no tenga heridas y esté en armonía, ese es el reino de Dios. 

Hay que reflexionar si tenemos heridas que nos han hecho, pero que también hemos hecho. Pensar en nuestras deudas, para que en lo posible resarcir el daño causado. Que muchas veces se realizan actos que perjudican y hieren a otros a veces indirectamente, como la deuda que tenemos con la madre tierra, la sobre explotación de ella y el  desinterés hacía los derechos de los demás. 

¿Si estamos dispuestos a perdonar y a pedir perdón?

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